Había escapado tantas veces a esos lugares que ya casi conocía ese bosque como la palma de su mano. Sin embargo su sexto sentido le decía que no tendría que adentrarse tanto. Si bien le gustaba socializar con las personas, sería un punto en contra para su orgullo tener que pedir ayuda.
Camina lo suficiente como para darse cuenta en dónde esta. Se sienta bajo su àrbol favorito. Se acomoda mejor su abrigo y su bufanda. No le tenía miedo al frío, todo lo contrario.. amaba esa estación del año. era mucha màs divertido que andar encerrada en esas 4 paredes del Instituto.
Puso mala cara. No le gustaba estar encerrada, por màs que las cartas de sus padres le pusieran que tenía que quedarse allí. No entendían que se sentía.. sofocada. Necesitaba estar allí, sentir el aire libre y el frio viento pegarle en la cara.
Cierra los ojos, mientras canturrea una canción para si.. aburrida